Estamos a miércoles y ya estoy hasta el gorro del asunto de Saint André y Picamoles. Que quede claro que me parece perfecta la decisión del seleccionador galo. Eso para empezar. Pero es que hay más trasfondo en el asunto.
Lo cierto es que esto ES NOTICIA porque nos llama la atención la acción de Saint André. Cuando para nosotros (y cuando digo "nosotros" me refiero a los que nos autoproclamamos "rugbiers") no debería serlo. Y no debería serlo porque lo que debería ser noticia es que un internacional haga lo que hizo Picamoles. Porque...¿antes pasaban estas cosas?; ¿de verdad veíamos a un todo un internacional por su país mofándose de una decisión de un árbitro ante 50.000 espectadores y las cámaras de televisión que le han puesto en cientos de miles de pantallas? Y lo cierto y verdad es que no. Que no pasaba; vamos, que ni se les pasaba por la imaginación a los jugadores conductas de este tipo. De este y otros muchos. Y no pasaba por educación y respeto. Y probablemente también porque desde los clubes (y Federaciones) no se amparaban conductas de este tipo. De ahí que la conducta de Saint André, respaldada por la Federación Francesa, me parezca ejemplar. Y digo ejemplar porque espero que sirva de ejemplo. De ejemplo a jugadores, entrenadores, delegados, utilleros y público en general. Y a sus clubes. Y a sus federaciones. Porque sí, esto es muy bonito; todo el mundo inundando internet, Facebook, twitter y todas las redes sociales habidas y por haber con los "valores" del rugby.
Mientras tanto, el domingo, en un partido de la cuarta regional madrileña (última categoría senior regional de Madrid) pude ver a un internacional español poniendo, desde la banda, a parir al árbitro. Vamos, dando ejemplo de los valores.
Y por desgracia, no vamos a tener que esperar mucho. Sólo hasta que haya partidos, por ejemplo, este mismo fin de semana.