La Leyenda de los All Blacks

Lamento el retraso en escribir esta pequeña crónica pero mis múltiples ocupaciones sociolaborales y familiares me han impedido ponerme a ello hasta ahora. Y lo hago con lágrimas en los ojos, pero no es de la emoción, es... del descojono que me entra cada vez que me acuerdo de mi querido compañero José Alberto. No ha podido vivir un fin de semana más desastroso. Mira que se lo dije, que ese no era el camino, pero claro, no me hizo caso y así le ha ido.
En fin, al grano y por orden cronológico:

Rules Britannia...!
No se qué decir; los chicos de la rosa decidieron ponerse a jugar de una vez y consiguieron anular a los wallabies. Probablemente los australianos se vieron sorprendidos por la táctica inglesa de jugarlo todo (¡Inglaterra jugando a la mano desde 22 propia!), ensanchando el campo y buscando llevar rápidamente el balón a Lewsey y Sackey; intercalando a Robinson y a Lewis Moody en unos "raids" que hacían temblar a la defensa australiana. De todos modos, no conseguía muchos frutos Inglaterra; es más, hasta recibía un ensayo obra de Tuquiri. Pero el sábado no era el día de rilarse y la delantera inglesa se puso a currar para surtir de balones a Gomarsall y a Wilkinson, quien jugó mucho más de lo que ha hecho en los últimos cuatro años. Arrancando desde una solidísima melé, donde estaban destrozando a la primera línea australiana (de broma lo de Matt Dunning), aunque ello les costara un par de golpes de castigo al principio y siguiendo con una absoluta seguridad desde la touche, Inglaterra fue metiendo el miedo en el cuerpo a Australia, que se veía encerrada en su 22...y sólo salía después de que Wilkinson conviertira golpes de castigo.
Por una vez, Inglaterra no cedió la posesión del balón y le salió bien. La segunda parte, ya con ventaja en el marcador, Inglaterra volvió a su estilo. Que jugara Australia, que como no puede...
El Campeón está vivo. "Swing low, sweet chariooooot..."

La Leyenda de los All Blacks

José Alberto, de coña los de la Leyenda: en el 95 perdieron en la final; en el 99 y 2003, les eliminan en semifinales, y en el 2007, a casita en cuartos. Va a ser de descojono el próximo Mundial (precisamente en Nueva Zelanda), cuando se queden fuera de los cuartos.
En el 95 fue la excusa del envenenamiento; ahora la del árbitro; ¿cual va a ser la próxima?.
Como se decía en el Madrid castizo: "A llorar a los Paules". Con 13-0, ignoro el motivo, los All Blacks se rilaron con armas y bagajes. Punto.

Muy bonita la Haka.

Sangre, Muerte y Destrucción...

Menudo partidito que se encontraron los sudafricanos. Iban de "sobraos" también, pero no contaban con que los jugadores de Fiji son lo más parecido a la horma de su zapato y que no se arrugan ante nada ni nadie. Y llegar a cuartos por primera vez era una motivación extra, qué duda cabe.
Al final, no fue solo el mayor poderío físico (que también), sino el acierto en los momentos clave del final del encuentro, el que hizo que Sudáfrica se impusiera por una renta cómoda (16 puntos, la mayor de los cuatro encuentros de cuartos). Porque los partidos duran 80 minutos, no 70; esos son los de juveniles.

Veinte años no es nada...

Veinte años han pasado desde que en 1987 se disputara, con pocos visos de continuidad, la primera Copa del Mundo. Después de esos 20 años, Argentina ha conseguido el hito de acceder a las semifinales de un Mundial. Se podrá decir que su juego no ha sido brillante pero lo cierto es que se ha desecho de todos sus rivales con bastante solvencia. El domingo no iba a ser una excepción, aunque tuvieron, en mi opinión, bastantes más problemas que contra Francia o Irlanda. Escocia, con una delantera muy bien plantada, solucionaba sus "set pieces" con soltura, e incluso se permitía apretar a los argentinos en melé. Lástima que fueran un desastre en el juego abierto. Es imposible ganar un partido perdiendo la mayoría de los breakdowns...y ahí empezó a cimentar Argentina su victoria. Jugaba, sin hacer nada, con los balones que recuperaba a los escoceses, yéndose a campo contrario merced al buen hacer con el pie de Juan Martín Hernández y sacando allí golpes de castigo que iban hundiendo a los escoceses. Sólo el buen hacer de Patterson mantenía vivos a los escoceses. Pero claro, es difícil que un ala gane él sólo un partido. Además, menudo día de los hermanos Lamont: quizá el peor partido de sus respectivas carreras con el XV del cardo. En fin, ambos tenían una oportunidad de oro de meterse en semifinales y Argentina no iba a dejar escapar la primera ocasión de su historia. Ahora sólo queda soñar.

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