Curso de Actualización en Madrid

El pasado fin de semana se celebró en Madrid el Curso de Actualización de árbitros. Se aprovechaba la ocasión para realizar al tiempo el Curso de Actualización para árbitros nacionales, ya que éste año, por “motivos económicos” los “pequeños” como dice nuestro compañero y sin embargo amigo Nanín Bagazgoitia, no se juntaban con sus “mayores” de División de Honor.
De ahí que la presencia en Madrid fuera concurrida y con invitados de excepción. Por parte del CNA se desplazó hasta la capital del Reino, el Señor Director de la Escuela Nacional de Arbitros, José Manuel Pardal; presto a colaborar con el plantel docente propuesto por el Comité de Arbitros de la FRM.
Además, contábamos con la presencia de otros ilustres visitantes: Don Delfín Motos (luego voy contigo, ladrón), árbitro nacional (por el momento) y Presidente del Comité de Arbitros de la Federación Balear (formado en la actualidad, que sepamos, por él mismo y por Manu); contábamos también con un viejo conocido del arbitraje madrileño: Don Rubén Pérez; el mejor árbitro de Castilla la Mancha, casi fijo. Rubén Pérez, ex jugador de Alcalá fue árbitro del Comité de Madrid pero por motivos laborales se mudó a Albacete, tierra de promisión, hace unos años y el año pasado consiguió su ascenso a la categoría nacional. Y, finalmente, acudió también, invitado por el Comité de Madrid, Don Pablo Bernal, Presidente del Comité de Arbitros de la Federación de Aragón . Lo que os digo, un elenco de ilustrísimas.

La actividad comenzaba el viernes por la tarde, con las temibles pruebas físicas, el ya mítico Exámen de la Mermelada. Como en los toros, luces y sombras. Pero los chicos de la ADARM dejaron alto el pabellón...casi todos.

Al término de las pruebas y tras el refrigerio, hubo traslado de los invitados a su alojamiento, sito en ésta ocasión en la Residencia del Colegio Mayor FEMENINO Santa Teresa de Jesús. Tengo que decir que a Delfín le dieron vueltas los ojos como en los dibujos animados cuando le dijimos que se alojaban allí. En fin, que a la llegada al Colegio nos encontramos con un cartelón que decía, textualmente: “NADIE AJENO AL COLEGIO PODRA SUBIR A LAS HABITACIONES SI NO ES ACOMPAÑADO POR UNA COLEGIALA”.
Todavía están esperando a las suyas.

En fin, tras la decepción, traslado a los santos lugares para la colación nocturna. Y allí, lástima los que no estuvisteis, porque os perdisteis la historia de Delfín y su “canguro”. Porque, para los que no lo sepáis, Delfín ha contratado una actriz porno como canguro de su hija. O al menos es lo que entendí yo. Desde luego, con muchíiiiiiisimo menos argumento que lo que nos contó él se hacen infinidad de pelis de género “adulto”.
Haber estado.
Tras eso y como al día siguiente había que madrugar, retirada estratégica. A las 12’20 en casa.

El sábado amanecía fresco, pero luminoso y, como siempre, ya tiene que venir alguien a joderlo: Dando ejemplo, los nacionales llegan tarde al curso. Bueno, no todos. José Alberto llegó pronto.

Tras ese contratiempo, dio comienzo el curso con una puntualidad “casi” germánica. Creo que sólo nos retrasamos diez minutos. Y el mismo se fue desarrollando con normalidad.
Hasta llegar al descanso del mediodía. The Legend que se pone malito y se tiene que ir; y José Ignacio que se tiene que ir a La Vila que al día siguiente tiene partido y Francisco (¡pasa las pruebas, mamón!)que tiene que arbitrar un partido para que le vea Pardal...
No problemo. Allí echamos mano de nuestro compañero Pedro Montoya, invitado de excepción al Curso puesto que al día siguiente arbitraba el CRC-Abelles y le pusimos a colaborar.
Y sin más incidentes dignos de mención fue transcurriendo la tarde. Con éxito finalizó el Curso de Actualización.
Pero Delfín no podía dejar pasar su momento de gloria así como así...y en vez de irse a pasar la noche con su niña (y su porno-canguro) decidió que era mucho mejor irse de excursión hasta el aeropuerto...y volver a Madrid porque había perdido el avión. Al final, a dormir al piso franco del Comité de Arbitros. Digooooo, a casa de José Alberto.

Como seguro que se nos habrán olvidado cosas, invito a aquellos que estuvieron presentes a añadir sus anécdotas.