El pasado fin de semana, varios de los miembros de esta muy gloriosa Asociación tuvieron la oportunidad de participar en uno de los mejores eventos deportivos de la temporada: el Portugal Rugby Festival.
Así es, en Lisboa se celebra desde hace cinco años este torneo para categorías sub 19, sub 17, sub 15 y sub 13 y que suele contar con equipos portugueses, franceses, españoles, ingleses, galeses... incluso algún estadounidense y australianos.
Este año, la organización solicitó contar con seis árbitros madrileños y, recogiendo el guante, seis árbitros fueron seleccionados: Eduardo Anaya, Francisco Benegas, José Ignacio Fernández, Eduardo Martín, Iñaki Muñoz y Francisco Pesce formaban la expedición.
El viernes a primera hora de la tarde el grueso partía desde Madrid, mientras Eduardo Anaya ya esperaba al resto en Lisboa, de vacaciones familiares, para incorporarse por la noche. El viaje transcurrió sin incidentes dignos de mención y, aunque algo tarde, llegamos a Lisboa y al lugar donde teníamos el alojamiento; el camping Lisboa, donde la organización nos había reservado dos bungalows. Una vez allí, nos reunimos con Eduardo Anaya y, corriendo, nos fuimos a cenar. Según las fuentes, a las 23 horas se cerraba todo... pero no era cierto. El centro comercial próximo nos satisfizo y con variedad: italiano, wok, sushi...
Tras la cena y dado que el sábado tocaba madrugar, nos volvimos a los bungalows y tras una pequeña sobremesa en la terracita, nos retiramos a nuestros aposentos.
A la mañana siguiente, empezó temprano el contéo de las multas. Empieza a sonar un despertador a las 6'15 de la mañana y nuevamente a las 6'30. Alguno de los listos, de los cuales no diremos el nombre, simplemente que empieza por Eduardo y acaba por Martín, había puesto el despertador... en hora española. Cinco pavos a la buchaca y una horita más de sueño.
A las 7'15, ahora sí, hora portuguesa, nos levantamos y tras un somero acicalamiento nos vamos a desayunar y de allí directos al Estadio Universitario de Lisboa. Allí nos recibió Filipa, miembro de la organización y nuestro "contacto" para el torneo. Nos presentan a las fuerzas vivas y nos reparten la equipación. Para los que participaron en ocasiones anteriores: conseguido, ya no son las equipaciones de árbitro de fútbol; ropa "de verdad", Gilbert, de rugby.
Y vamos con el briefing, a cargo de Ferdinando de Sousa, ex árbitro, uno de los responsables de la Federación Portuguesa y, a la sazón, responsable arbitral para el torneo. Y lo primero, para echarse a temblar: "hay muchos partidos y somos pocos árbitros". Guay. Pero bueno, aquí se viene a pitar, ¿no?
Así que tras las breves instrucciones, reparto de campos y cada uno a lo suyo: Eduardo Martín a los sub 13; Iñaki, Pancho y Eduardo Anaya al sub 15 y Francisco y José Ignacio al sub 19 y sub 17. Y allí que nos vamos.
La organización había provisto carpas para los árbitros en todos los campos y menos mal, porque el sol pegaba de lo lindo ya a las 10 de la mañana. Y agua a tutiplen. Que falta nos hizo.
Y arrancó el torneo, más o menos a su hora. Y se iban sucediendo los partidos sin incidentes de relevancia. Bueno, la única relevancia era que se iba acumulando el retraso pero a modo.
Sobre los partidos: pues de todo, como en botica. En sub 19 rápidamente se vio que los dos equipos ingleses participantes (London Nomads y Myerscough) estaban por encima de casi todos y que de los portugueses, Direito y CDUP (Oporto) eran los más fuertes. En sub 17, mucha desigualdad: había algún equipo muy inexperto y eso hacía que hubiera muchas diferencias en los partidos de grupos. Sobre el sub 15 y sub 13 sólo decir una cosa: un infierno. Millones de partidos y pocos árbitros. A calzón quitado. Los Eduardos, Pancho e Iñaki se lo pitaron TODO. Aunque Anaya, al final de la jornada (de hecho, el último partido del día) tuvo un sub 17 que le sacó un poco del marasmo.
En fin, que sin romper nada nos dieron las 18'30 y se nos había pasado el día. A tomar un refrigerio al Coaches Corner o Zona VIP, que bien merecido lo teníamos. Y tras eso, camino de vuelta al camping, a la ducha.
Ya duchaditos empieza el debate sobre qué hacer y al final se impone el criterio de los adultos y nos vamos a cenar a las Docas. Lo único chungo es que tiene pelotas irse a Portugal para terminar cenando en un restaurante...¡argentino!
En fin, cenamos y como no podía ser menos fuimos a tomarnos un refresco al mítico Hawai (léase abai) y allí empezaron las dudas. La juventud tenía ganas de mambo, pero los adultos decidieron, con buen criterio, que era una hora estupenda de irse a dormir. Así que a las 12'20 estábamos (casi todos) en la cama.
A la mañana siguiente... a la mañana siguiente algunos estaban muuuuuuy cansados. Con muuuuucho sueño. Pero igualmente nos levantamos, desayunamos y volvimos al Estadio Universitario. Y hacía más calor. Y como el karma da y el karma quita, era digna de ver la cara de alguno que fue agraciado con el primer partido de la jornada.
Por cierto, que en esta jornada del domingo nos encontramos a algún conocido: Andrés García Tuya, árbitro asturiano y que está viviendo, por trabajo, en Lisboa y Sebastiao Petronilho, que fuera jugador del Liceo Francés y árbitro del Comité de Madrid durante un par de temporadas.
En fin, que seguía habiendo muchos partidos, sobre todo en sub 15 y sub 13 (¿verdad Pancho, Edu M.?) y pocos árbitros. Eduardo Anaya es agraciado con un par de partidos sub 17 y sale del marasmo; aunque desgraciadamente son de escaso nivel. Iñaki Muñoz, relegado a sufrir en el sub 15 todo el día.
Y Francisco Pesce y José Ignacio Fernández son designados para dos de los mejores partidos del campeonato, las semi finales de oro del sub 19, doble duelo anglo-portugues: Direito-London Nomads para Francisco, con un 8-7 final y CDUP-Myerscough para José Ignacio, con un resultado de 12-6.
Y poco a poco fue avanzando el día. Con menos actividad. En los campos sub 19 y sub 17 un total de dos partidos por cabeza, lo que no era mucho, pero ya pesaban las piernas del día anterior.
Y fueron llegando las finales, designadas para los árbitros portugueses, como era de esperar. Y que agradecimos, aprovechando para irnos a la ducha y prepararnos para salir escopetados en cuanto acabara todo, que había que volver a Madrid. Y dicho y hecho, fue terminar la final sub 19, ganada por los ingleses del Myerscough (10-31 a Direito), despedirnos a la carrera de Filipa y del resto de la organización y salir a escape. Eran las 19'30, hora portuguesa (una más en España, para los no ilustrados) y teníamos 600 kms. por delante, que echar gasolina y comprar avituallamiento sólido y líquido. Arrancamos y en la primera área de servicio nos proveímos de todo lo necesario y tomamos camino de Badajoz, España. Allí despertamos a Pancho, que quería conducir (jua, jua, jua...) y hubo relevo al volante. La juventud pasó a la parte trasera, a deleitar con sus ronquidos a los mayores. Y por fin, a las 2'45 hacíamos entrada de regreso a la capital del Imperio. Bueno, Iñaki aún tuvo que darse una vuelta dejando a cada uno en su casa. Así que durmió un poco menos.
En conclusión un buen y entretenido fin de semana de rugby; para repetir (ya han solicitado para la próxima tempora ¡10 árbitros de Madrid!) aunque lo del viaje habrá que organizarlo de otro modo.
Moito obrigados con la organización (José y Filipa) y con los responsables federativos, especialmente Ferdinando de Sousa.
El año que viene más... y mejor.
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