Pues un año más, comienza la temporada de Sevens para la ADARM, y como viene siendo habitual, lo hizo en Menorca, en el III Torneo Guiness Menorca Rugby Sevens.
Para tan magno evento, fue necesario trasladarse hasta Menorca previa parada en la tierra de Carod, para nada más llegar ser recogido por Jason Boas, el “hacedor” del Torneo. Antes de ir al hotel, pasamos por el campo, donde estaban acabando de montar las barras y el equipo de música. Y claro, una vez instalada la barra, habrá que comprobar que los grifos funcionan adecuadamente.
Después hotel para dejar las cosas y directos a la cena de bienvenida en el Pierro, justo en el puerto. Allí, mientras los equipos compartían algunas cervezas, vimos el final del Vacceos – Mariners. Como a las diez nos sentamos a cenar, y cuando acabamos los entrantes llegaron Delfin y Manu, los compañeros del Comité Balear que completaban la tripleta arbitral.
Al acabar la cena, visitamos el Akelarre, donde nos hicimos fuertes en un pequeño recodo de la barra desde donde vimos llegar a todos los equipos. Con un poco de cansancio acumulado, no fuimos a dormir que la cosa empezaba pronto.
A la mañana siguiente, café y al campo a pitar. El torneo contaba con 6 equipos que jugaban una liga entre ellos y luego se jugaban los 4 primeros la copa de oro y los dos últimos la de plata. 20 partiditos para 3. El nivel era dispar, por un lado estaba el Autos Amigo, muy buen equipo, y luego estaban el Barça, el Parets, el Menorca y los del DCV (los que sobraban del Autos Amigo) que tenían un nivel similar. Por ultimo estaba un Barbarians donde jugaba un poco de todo y era una comparsa.
Así las cosas, la liga discurrió con los AA arrasando, todo +40 y a cero, y los partidos mas competidos se dieron entre Barça, Menorca y Parets (DCV dijo que jugaban voluntariamente la plata) Cosa curiosa fue que se decidió que los cambios fueran ilimitados durante la fase de liga. Y claro está, en el primer partido disputado que hubo, los del Barça decidieron que si se alargaba la jugada y te quedabas sin aire, cambias por otro y ya está. Como el balonmano. Tras comentarles su error, ya la cosa volvió a cauces normales.
Terminada la liga, se llegó a las semis con AA y Barça por un lado y Menorca y Parets por otro. Antes de empezar se les avisa, ahora esto es serio, así que ojito con las faltas profesionales.
Y ahí estuvo el AA, que se quedaron con solo 5 jugadores y se pusieron hasta nerviosos. Ahora, 5 de esos pavos eran mejores que 7 de cualquier otro que hubiera allí, así que solventaron la papeleta.
La otra semifinal se la llevaron los del Parets (los de Menorca estaban fundidos, de hecho el 3º y 4º no se jugó) con claridad, a quienes la felicidad por estar en la final les duró poco hasta que comprobaron el partido que se les venía encima.
Visto lo visto, se encomendaron para tratar de mover el balón, intentar poner nervioso al rival para ver si cometían faltas profesionales y alguna amarilla les ayudaba, etc…
Y si, nada más empezar, el capitán del Parets en 22 propia que corta un pase de un manotazo. Amarilla y tres ensayitos en contra en esos dos minutos. Al final AA fue el vencedor por un 50-0.
Después de la preceptiva duchita, una Guiness y una paella bastante buena. De ahí al hotel y tras cambiarnos, un poquito de parranda. Tras un par de cañas por ahí, fuimos de nuevo al Akelarre donde teníamos nuestro sitio reservado. Y al igual que el día anterior fuimos viendo pasar a todos los equipos por allí.
A destacar el ataque de pánico de Tiramisú, las dotes de conducción de las menorquinas y las amplias carreteras de la isla.
A la mañana siguiente, regreso a Madrid, también con parada en BCN y final de esta primera etapa del “Seven Summer Tour 09”
Por supuesto, agradecer a Delfín su invitación a la ADARM para este campeonato, así como a todo el Menorca Rugby, en especial a la familia Boas, por hacer posible este campeonato. Esperamos que el año próximo podamos repetir.
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