Continúan las aventuras de los cuatro temerarios en Londres. Nuestro bienamado Secretario nos remite la segunda parte de la crónica de sus venturas y desventuras.
Siguiendo con el anterior relato.
Comenzamos el viernes ya sin nuestro amado “guía”, desayunando en las inmediaciones del “hotel” (no tras horas de caminata), emprendiendo un nuevo viaje a la city, con más visitas culturales y más compras, regresando a los alrededores del “hotel” para comer algo antes de que vinieran nuestros anfitriones a llevarnos a cenar fuera.
Después de la típica jacked potatoe y de un breve descanso para asearnos, vino a recogernos en su coche, el designador de los Arbitros de Londres un tipo llamado John, ex pilier, vamos de esos que dan miedo, nos entregó nuestras equipaciones (dos camisetas, un polo y un pantalón que serán las envidias de muchos, todo un detallazo!!) y nos encaminamos a cenar ¿a un típico restaurante inglés? se preguntará el ávido lector, pues no, a un chino, con dos p…., lugar al que comparecieron dos árbitros más, desarrollándose una agradable velada.
Al dejarnos en los alrededores del “hotel” decidimos ir a tomar algo para charlar sobre la jornada volviendo al pub del Anglo-Tarraconense, el cual nos remitió a la antigua estación de bomberos de la localidad para tomar un “refresco”, lugar al que nos encaminamos comprobando agradablemente que estaba atendido por “Mandie” (no comments) a la cual la enviamos desde aquí un caluroso saludo por hacernos más alegres esas noches invernales con su… español marbellí (ojo a los navegantes, en esa “Tierra de Infieles” ya habla español hasta el loro).
Por fin llegó el día D, el sábado sabadete; nos apresuramos a desayunar un típico desayuno inglés, huevos, beicon, beans, patatas…, ya que aunque teníamos señalados nuestro partidos a las 14:30 horas, nuestros anfitriones venían a recogernos a las 12:30 horas para llevarnos a los campos y claro, había que dar un pequeño paseo para bajar tamaño ágape.
Nuestros compañeros fueron llegando a nuestro bien amado “hotel”, teniendo la misión de llevarnos y traernos de los campos de juego, presentarnos al evaluador que íbamos a tener en el partido y a los delegados de los equipos.
Respecto del prepartido debe indicarse que al igual que en la competición nacional española, los árbitros comparecen una hora y media antes en el campo de juego, si bien sucede lo mismo que en dicha categoría, vamos, que los equipos no aparecieron hasta casi media hora antes del encuentro.
Los árbitros no llevan ni el acta, ni vienen los delegados de los equipos a rellenar el acta del partido al vestuario del árbitro, sino que los equipos confeccionan la suya y en el tercer tiempo cada uno de los capitanes acercan al árbitro el listado de jugadores de su equipo con el resultado del ecuentro para que lo firmes (dicho listado tiene la consideración de acta)
Antes del comienzo del partido, los árbitros hablan con los equipos, tal y como se realiza en la competición nacional española pero se hace en el terreno de juego, como en la competición territorial española, además se realiza el sorteo con los capitanes en el centro del campo.
El match: Mi partido fue el Chiswick (http://www.chiswickrugby.co.uk/) -Old Millhillians (L5 creo) el cual puede calificarse en líneas generales como un buen partido de nacional de la liga española, si bien el ritmo de juego fue un poco más elevado tanto física como técnicamente.
Aunque no fue nada disputado, ya que el resultado final 42-6 lo dice todo, deben destacarse varios aspectos positivos: los jugadores escuchan a los árbitros durante el desarrollo del juego, obedeciendo lo que se les indica (sin manos, fuera…), y tras ser expulsados temporalmente, al reincorporarse al campo, los jugadores se dirigen al árbitro mostrándoles su arrepentimiento por su acción (igualito que aquí)…
El post-partido: Tras la ducha, se produce una charla entre el evaluador y el árbitro a fin de comentar ciertas cuestiones respecto del arbitraje del partido, indicando los aciertos y ciertas cuestiones que tiene que mejorar el árbitro en posteriores encuentros.
Sobre las instalaciones, comentar que si bien los campos están muy bien, la casa club o vestuarios dejan bastante que desear (añorando incluso el de antaño de la Moraleja), en principio sólo se cambian en la casa club el equipo de casa y el árbitro; además, parece por lo comentado con los otros compañeros, que los amigos de lo ajeno en Inglaterra son bastante comunes, por lo que te recomiendan que dejes tus posesiones en poder del delegado o a alguna persona encargada, creo que tiene algo que ver el tema de que ya no existe el cartel de “The thieves will be prosecuted”.
Tras el tercer tiempo con los equipos, los árbitros de la Sociedad de Londres se reúnen en las instalaciones de un club situado en el centro de la localidad de Richmond, donde existen varios campos de juego y unas muy buenas instalaciones, con pub, cocina propia…, y comentan los partidos que han dirigido en la jornada, allí nos encontramos con el árbitro Wayne Barnes, el cual se comportó cercano y muy amigable.
Posteriormente y tras algún que otro baile con la habitual lugareña, se produjo la consiguiente cena de hermandad entre los directivos de la Sociedad de Arbitros de Londres, a la cual estaba invitado nuestro amigo Ed también llamado Mr Limpio (recordar que fue el que vino al curso de Valencia este año y que resultó ser el “alma del güiri grupo o ¿ese éramos nosotros?”) y los árbitros invitados por la Federación Madrileña de Rugby, produciéndose los agradecimientos y la entrega de regalos, pasando a la degustación de cebada en un histórico rugby-pub, a revisitar la estación de bomberos….
(continuará)
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