¿Decepción?

El sábado pudimos asistir a quizá el peor partido de la Selección Española en los últimos años. Y lo malo no es eso, que puede pasar. Hay días en que es mejor no levantarse de la cama porque nada va a salir bien. No. Lo malo es la sensación que dejó el equipo.
Y probablemente es lo que tenía que pasar. De hecho, la temporada de la Selección estaba siendo...¿mediocre?. Perdimos holgadamente con Rusia, ganamos llorando a Alemania y no pudimos ganar a la peor Rumanía de los últimos veinte años. Es posible que éste último resultado nos engañara a todos y diera alas a los sueños y esperanzas de todos los que seguimos este deporte y a la Selección. Que debemos ser muchos, porque el sábado por la tarde, mal que les pese a muchos, el Central estaba lleno. Entrada de grandes tardes, especialmente muchísimos niños (que es casi lo mejor que se puede sacar en limpio del partido).
Pero las cosas se nos ponían mal desde el principio. Ya no era de la partida Tortoulou, que fue de los mejores contra Rumanía, pero en su lugar salía Juan González, titular habitualmente con Glynn y desde luego en su club, actual líder de la Divisón de Honor española. Pero además, otro de los destacados el último partido, el getxotarra David Hernández, se lesionaba a los pocos minutos. De todos modos, Palumbo nos había adelantado en el marcador pasando un difícil golpe de castigo. Se podía pensar que las cosas pintaban bien, hasta que llegó la primera melé...y allí todos vimos que no había nada que rascar. Nos machacaron. Pero bien. No voy a decir que los jugadores se rilaron, Dios me libre. Pero "no scrum, no win". Y nosotros, de scrum, nada de nada.
Y además, se lesiona Pablo Feijoo. Que no sea mucho. Por él, por su club y por la selección porque fue salir él del campo y se acabaron las ideas y, lo que es peor, la actitud y las ganas. Salvo contadas y honrosas excepciones.
También se lesionó, de bastante gravedad parece, Sergio Souto.
Y poco a poco, fuimos entregando el partido. De hecho, cambiamos a toda la primera línea ya en la segunda parte. Si no podíamos con los titulares, como para poder con los suplentes.
Los últimos veinte minutos sobraron. Y es que los Lelos jugaron a placer; sin que nadie les molestara. Porque lo de placar y arrimar el hombro quedó para mejores tardes.
De la creación de juego ni hablamos. Huérfanos de nuestro mejor jugador, confiar el mando a Palumbo es una broma. Lo de éste chico es de traca: menudo partidito. Ni una sola decisión buena...y la ejecución...eso sí, en una entrevista pública, tiene los santos cojones de decir que el gran problema del rugby español es que hay muchos árbitros en División de Honor que no están capacitados. Que se lo haga mirar. Porque menudo partidito.

Pero lo peor de todo es que la sensación que queda es que hemos tocado techo. Una de las grandes preguntas en "La Cátedra" era si no había mejores jugadores. Y la respuesta clara y rotunda es: NO. Estos jugadores, los 22 convocados, son, salvo alguna que otra excepción puntual, los mejores disponibles. No hay más, ni mejores. Son titulares indiscutibles con sus equipos en la División de Honor española o en sus clubes en Francia (o donde sea). Y me parece que este grupo ha tocado techo. No se ve a ningún jugador (salvo Pablo Feijoo) desequilibrante (lo de César Sempere es de juzgado de guardia; qué falta de ambición deportiva) y con cierta proyección. Y ya no vamos al Mundial 2011 (por otro lado, aunque Ged Glynn y la FER vendan este objetivo, en reiteradas ocasiones el propio seleccionador ha dicho que el verdadero objetivo era el 2015); por lo que éste grupo está ya "muerto" deportivamente. Quizá para entonces el único que aguante, por todas las circunstancias de edad y posición, sea Ion Insausti.
¿Qué nos espera?. Pues las opciones pasan por seguir con éstos y aspirar a no bajar de categoría ganándole a Alemania y al que vaya ocupando ese puesto...o jugárnosla con chavales más jóvenes pensando en el futuro. Ese es otro problema añadido, porque además, los puestos clave en los equipos de la División de Honor están ocupados por jugadores no seleccionables. ¿Cómo van a hacerse así los jóvenes?. Hace un par de jornadas dirigí un encuentro de la División de Honor...y en bastantes ocasiones me sorprendí a mí mismo haciéndolo ¡en inglés! porque había más jugadores que me conprendían mejor en ésta lengua que en español.
¿De verdad es toda la culpa de la FER?.

4 comentarios:

Manolo dijo...
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"El presi" dijo...

Un monstruo el Palumbo hablando, se ha cubierto de gloria.

Anónimo dijo...

Quizás el problema venga de que nos pensamos que somos mejores de lo que realmente somos, y eso nos impide ir a más.
Estamos preocupados de profesionalizar, de traer grandes jugadores, de atraer sponsors y puede que ese no sea el camino.
A mi me da la sensación de que estamos intentando tomar atajos para llegar al rugby de élite cuando en las divisiones nacionales, los equipos no son capaces de juntar 15 chavales para jugar.
¿De verdad merecemos ir a un mundial?

Anónimo dijo...

Felicidades por la redacción y la documentacion que das, la verdad esta muy bien documentado, lo otro (palumbada), pues cuando vas a arbitrar un partido y se pone a llover y luego te cae granizo, ni caso.

Saludos

Gabriel Casero