Malos tiempos para la lírica épica

36-0. Sí, 36-0, no me he equivocado, y lo que es peor, esta vez ni la épica de la derrota les va a servir a los ingleses para mantener su autoestima, porque no es lo mismo enterarte de la derrota de Isandlwana tres semanas después de la batalla a través de la subjetiva visión de un corresponsal de guerra, que ser testigo presencial gracias a la televisión de la humillante paliza inflingida por los Boks a todo un campeón del mundo venido a menos.

Y eso que el juego de Sudáfrica tampoco fue como para tirar cohetes, limitándose a aprovechar las oportunidades y los balones que los ingleses les fueron regalando. Sintomático de la actitud del XV de la rosa fue el primer ensayo sudafricano en el que Du Preez [el mejor del partido con diferencia] les monta un lío descomunal a los ingleses decidiendo atacar por un cerrado que hasta un equipo de regional sería capaz de defender. ¿Falta de compromiso? Pues probablemente, la verdad es que desde el pitido inicial los chicos de blanco transmitían la sensación de querer estar en cualquier sitio del mundo menos en el Stade de France, como si supieran de antemano la que se les podía venir encima.

Y se les vino. Vaya si se les vino. Con un Du Preez enchufadísmo al partido, un James que sacó su fusil en forma de pie, y Steyn placando a todo lo que se movía, los sudafricanos sólo tuvieron que preocuparse de no fallar placajes, puesto que el juego lineal, reiterativo y hasta cansino de Inglaterra se limitó a intentar derribar los monigotes contrarios sin un sólo intento de buscar los intervalos, o desplazar rápidamente el balón. Es lo que tiene llevar 20 años jugando a nada, haciendo "ten men rugby", confiando en el pie de San Jonny.... y ganar, que cuando llega el día de cambiar y adaptarte a las exigencias del contrario que ya es tan fuerte como tú no sabes qué hacer. Y tiene pinta de que ni el mismísimo San Jonny va a poder hacer mucho por un equipo que ha perdido el norte y tendrá que rehacer su plan de juego en el futuro.

Como consuelo Inglaterra podrá acogerse a que dominó la melé [en mi opinión con la anuencia de Joel Jutge] y a que hicieron un maul de 30 metros que acabó en golpe de castigo a su favor, vamos, como en los viejos tiempos. Y desde luego la imagen de Robinson saliendo del campo cojeando y con el rostro ensangrentado será la portada de los tabloides ingleses y servirá para que la imagineria épica nacional se sienta reconfortada. 36-0.

1 comentario:

O'Conroaoi dijo...

Lamentable ¿espectáculo? el de Inglaterra. Una broma de mal gusto para sus aficionados. Siempre se puede perder, e incluso perder de mucho, pero lo que no puede perderse es la actitud. Los chicos de la rosa salieron al campo con 20 puntos en contra antes de empezar y así es imposible. El único que quiso fue Jason Robinson; impresionante su actitud intentándolo desde atrás...y llevándose todos los palos. Era normal la ovación cerrada de Saint Dennis; casi mejor que se lesionara, así se libró del bochorno de acabar silbado con el resto de la banda, que no se mereció otra cosa.