Rien ne va plus

O'Conroaoi: Pues sí, parecía que no iba a llegar nunca, pero después de mes y medio y 46 partidos disputados se ha llegado a la Final. Sólo puede quedar uno, como en Los Inmortales. Y después de sorpresas varias, Inglaterra y Sudáfrica han sido los agraciados con el premio gordo. Muy distintas han sido las trayectorias de ambas selecciones: mientras Inglaterra sudaba océanos para pasar a cuartos, siendo incluso apalizada (35-0) por los propios sudafricanos en el partido de grupo, los Springbooks se hacían con el primer puesto del grupo con cierta facilidad; aunque necesitaron sacar toda la artillería para imponerse a Tonga, siempre parecía que jugaban con el freno de mano puesto y que en cualquier momento podían romper cualquier partido.
Pero ha sido en los cruces donde unos y otros han dado muestras de su verdadero potencial: mientras Inglaterra hacía, mediante un inteligente planteamiento, un magnífico partido contra Australia en cuartos, Sudáfrica tenía que vivir una auténtica guerra contra Fiji, una de las sorpresas del torneo. El 37-20 final no hace justicia a los merecimientos de los polinesios, puesto que los sudafricanos tuvieron que emplearse a fondo para doblegar su resistencia.
En las semifinales, dos mundos diferentes: Inglaterra-Francia, el derby del Hemisferio Norte. E Inglaterra, una vez más, supo a qué y como jugar. Y eso que Francia llevaba la lección bien aprendida: magnífico trabajo en las fases de conquista de los franceses (especial mención a los saques de lateral, que habían sido un infierno en cuartos frente a Nueva Zelanda)…pero una planteamiento timorato en el juego abierto; decidieron entregar la posesión a Inglaterra mediante patadas a los tres de atrás y presionar…y se encontraron con Jason Robinsón (¡qué partidazo en su 50 cap!) y ahí empezaron a perder el partido. El madrugador ensayo de Lewsy podía ser mera anécdota precisamente por lo pronto que se produjo; de hecho, rápidamente Francia enjugó la ventaja merced a dos golpes de castigo. Pero no fueron capaces de romper el partido y dejaron vivir a Inglaterra, que consiguió llegar a los últimos 15 minutos con opciones de ganar…y surgió el “factor Wilkinson”. El resto es historia.
En la otra semifinal, Argentina-Sudáfrica, Sudáfrica jugó al mínimo esfuerzo y le hizo una putada de campeonato a Argentina: les dejó atacar. Y ahí se acabaron las posibilidades de los Pumas. Sólo con presión defensiva y jugando con los errores contrarios, Sudáfrica se impuso con rotundidad por 37-13. Desgaste justito para los de Jake White, en previsión de la final.

¿Qué va a pasar el sábado?. Pues a mí me gustaría que ganara Inglaterra, aunque en la porra que hicimos hace dos meses dije que el Mundial lo ganaba Sudáfrica (fui el único que apostó por ellos).
Parece que a Inglaterra le puede pasar lo mismo que a Francia en la semifinal, que tras el desgaste sufrido haya tocado techo. Por su parte, Sudáfrica llega con los deberes bien hechos y parece claramente más fuerte que los ingleses. De hecho, creo que no hay duda que son el equipo más en forma del Campeonato.
Ambos seleccionadores repiten equipo, con la salvedad de Lewsey en Inglaterra, que debido a su lesión es sustituido por Mark Cueto. Con esas armas, la batalla delante está servida:

  • En melé creo que habrá empate técnico. La primera y segunda línea de Inglaterra (fantástico Simon Shaw) están rindiendo a altísimo nivel, pero qué decir de la máquina sudafricana con Os du Randt, Smith, Van der Linde, Botha…¡qué miedo!.
  • En los saques de lateral Inglaterra no ha estado nada mal y para ellos es una fuente indispensable de alimentación de su juego pero es que lo de Sudáfrica es de otro mundo en esta faceta del juego: Matfield, Botha, Rossouw, Juan Smith…; en semifinales le amargaron la vida a Argentina y tratarán de hacer lo mismo con los ingleses. A los puntos Sudáfrica.
  • La tercera línea springbok es claramente superior tanto en ataque como en defensa en el juego abierto. No vamos a descubrir ahora a Schalk Burger, pero es que Rossouw y Smith no se quedan atrás…y encima cuentan con la colaboración de su segunda línea, demoledora en los breakdowns. Sudáfrica por K.O.
  • Sobre los medios no hay ninguna duda. Casi cualquiera es mejor que Gomarsall, así que qué comentar si el que tiene enfrente es Du Preez, probablemente el mejor en su puesto (o en el que le pongas) a día de hoy. Lo que pasa es que Gomarsall sólo tiene que hacer una cosa, sacarla como sea para dársela a Wilkinson y que éste decida…y eso sí que es capaz de hacerlo. Y aquí llega la gran diferencia (ya se que José Alberto no va a estar de acuerdo, pero bueno): Jonny Wilkinson. Ni siquiera le voy a comparar con Butch James, porque juegan a cosas diferentes. No esperemos que Wilkinson pegue un “taponazo” como James, pero en sus manos (bueno, en sus pies) y en su cabeza, está la diferencia.
  • De lo de atrás. Si Inglaterra permite a los sudafricanos sacar los balones tranquilamente de los set-pieces, las van a pasar putas. Porque les van a hacer un roto a la altura de los centros del tamaño de Londres. Mike Catt, que está viviendo una segunda juventud, no está en condiciones de parar el juego de Steyn y Fourie, y Tait, que hizo un gran partido contra Francia, no se valdrá solo. Eso va a suponer trabajo extra para la tercera línea inglesa…que tampoco está para muchos trotes. Pero es que, de todos modos, todavía por detrás están Pietersen, Montgomery y Habana. Menudo partidito les pueden dar a Cueto, Sackey y Robinson.
En fin, creo que Inglaterra sólo tiene una opción: cerrar el partido lo más posible y evitar el “cuerpo a cuerpo” con los sudafricanos, apretar los dientes (y lo otro) en defensa…y que San Jorge vuelva a reencarnarse, rubio y zurdo. Si no, siempre quedará Isandlawana: formad el cuadro y defender la bandera…hasta la muerte.

José Alberto: sospecho que ni los propios malditos herejes se creen aún haber llegado a la final del Mundial. Las apuestas han pasado de 80 a 1 a 2 a 1 unas horas antes de que dé comienzo el partido que cerrará la Copa del Mundo de las sorpresas. Porque sorpresas han sido el bajo rendimiento de Gales, Irlanda y especialmente Nueva Zelanda, el fantástico resultado cosechado por los argentinos a base de casta, corazón y placajes, la temprana eliminación de Australia, y....que Inglaterra esté en la final.
Inglaterra tuvo unos comienzos "sospechosos" con victorias poco convincentes ante USA y Samoa y una bochornosa derrota ante sus rivales en la final. Probablemente aquel 36-0 frente a los sudafricanos surtió el efecto de despertar a la bestia que los delanteros ingleses llevan dentro y a partir de ahí el pack de la rosa ha ido cogiendo carrerilla y ha impuesto un dominio aplastante que ni Tonga, ni Australia ni el quince del gallo pudieron contrarrestar. Basados en la solidez de su melé y en un dominio total de la touche han vuelto a aquel juego de meter balones en el maul, avanzar poquito a poquito y buscar el golpe para que el niño bonito la cuele que los convirtió en Campeones del Mundo hace cuatro años. La alegría de la huerta versión rugby. O más bien footby, que es como probablemente haya que rebautizar el juego inventado por Webb Ellis si vuelve a ganar Inglaterra.
Sudáfrica por su parte si estaba en todas las apuestas como uno de los equipos a tener en cuenta y se ha mostrado intratable a lo largo del torneo. Un par de sustitos ante Tonga y en el cuarto de final ante Fiji, pero nada demasiado grave. Pasaron por la semifinal sin que los Pumas llegaran siquiera a arañarles y se plantan en la final como favoritos.
  • Primeras: Van der Linde, Smit y Du Randt son de esos tipos que si te los encuentras en una calle oscura, o en mitad de un campo de rugby, te dan ganas de darte la vuelta y salir corriendo. No creo el tight five inglés sea capaz de repetir el rendimiento mostrado por Argentina en la semi. SA.
  • Segundas: el único punto en el que Inglaterra puede estar a la par. Kay y especialmente Shaw están haciendo un gran torneo, pero claro, Mattfield y Botha llevan camino de convertirse en una de esas parejas reconocibles en el mundo entero al estilo de Gregan y Larkham, Oliver y Hardy o Ramón y Cajal. Empate.
  • Terceras: no hay color. Lo mires por donde lo mires Burger, Smith y Rossouw hacen más cosas y mejor que Easter, Corry y Moody en todos los ámbitos: placaje, recuperación de balones, apoyos...SA.
  • Medios de melé: no creo que Gomarsall sea tan paquete como mi compañero de blog afirma. De hecho, para darle el balón a Wilkinson cuando se acerquen a 22 contraria con cualquiera que pase por ahí es más que suficiente. Pero enfrente tenemos al que probablemente sea el mejor medio melé, o tal vez el mejor jugador, del Mundial. Da igual dónde le pongas, lo hace todo y todo bien. Un monstruo. SA por goleada.
  • Medios de apertura: ¿o tal vez deberíamos llamarles medios de pateadura? James juega un poquito más y Wilkinson es un killer. Ninguno está entre mis favoritos. Inglaterra.
  • Tres cuartos: más talento, más velocidad y más poderío físico por parte sudafricana contra más experiencia a estos niveles por parte inglesa. Si el partido se abre un poquito los sudafricanos tienen las de ganar [¿hay que recordar los rotos que les hizo Mortlock a Catt y Tait en cuartos?], pero si se trata de no jugar a nada la ventaja es inglesa. SA.
En resumen, que me da igual quien gane siempre y cuando no sea Inglaterra. Go, Boks!!!!

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