Viernes 16 de Mayo. 18:30 horas. Cuatro aguerridos árbitros (Itziar Díaz, Gonzalo Sabe, Alfonso Mirat y el que suscribe) nos encontramos en la cola frente al mostrador de Easyjet para conseguir las tarjetas de embarque. Nuestro destino es Gijón dónde junto a otros 19 aguerridos árbitros estamos designados para enfrentarnos a unos 1.000 monstruos paticortos niños que durante el pasado fin de semana disputaron el Campeonato de España de Alevines, Benjamines, Prebenjamines y Jabatos.
En contra de lo previsto la cola es rápida y tras facturar las bolsas y atravesar el control de identidad de la T1 de Barajas nos sentamos en la cafetería a esperar a que aparezca el quinto elemento: Jorge Pardo, que llegaba tarde debido a compromisos laborales.
Sin mayores contratiempos, salvo unos diez minutillos de retraso, llegamos a nuestro destino dónde recogimos el coche de alquiler que la FER había puesto a nuestra disposición para cubrir los treinta y tantos kilómetros que separan el aeropuerto de Asturias de Gijón.
Check-in en el hotel, soltamos las bolsas en las habitaciones y salimos corriendo a picar algo con el resto de árbitros antes de dirigirnos a la sede de la Federación Asturiana para la reunión previa dónde se hizo un repaso de los reglamentos de juego, de los reglamentos de la competicion, y de las recomendaciones de la Dirección Técnica de la FER (esa misma Dirección Técnica que nos trasladó su preocupación por que los benjamines, prebenjamines y jabatos pudieran hacer rápido las puestas en juego, y luego no se dignó aparecer por la reunión de entrenadores que se organizó el sábado. Algo tendría que hacer)
El sábado, en contra de las previsiones, amaneció despejado y disfrutamos de una jornada fantástica tanto en el aspecto meteorológico como en el deportivo en la que se disputaron los partidos de grupo y la eliminatoria de cuartos de todas las categorías. Yo compartí campo con Alberto Pérez (otro de los contribuyentes de este blog) arbitrando alevines, mientras que mis compañeros de expedición se distribuían entre el resto de categorías.
Tras una reparadora comida en la misma instalación de Las Mestas volvimos al hotel a dejar las cosas y salimos (algunos, otros prefirieron echarse la siesta) a dar una vuelta, comandados por Delfín Motos y su afán por encontrar una tienda de deportes que habíamos visto el viernes de vuelta al hotel para "comprarle a su hija unas botitas de montaña". Ya que estábamos en la calle aprovechamos para bajar hasta la playa de San Lorenzo y tomarnos una cerveza en la terraza del Náutico antes de dirigirnos de nuevo a la Federación para la reunión de sábado en la que se dieron las designaciones del domingo. Tras la reunión, cena, café y sueño reparador, que el domingo había que estar en el campo a las nueve.
Desgraciadamente el tiempo no aguantó y el orballu hizo acto de presencia para convertir la mañana en un día típico asturiano, lo que deslució un tanto los partidos del domingo. En esta segunda jornada compartí campo con Sergi Figueruelo, de los Figueruelo de toda la vida, encargándonos de las eliminatorias y finales de la Copa de Bronce de Alevines, imponiéndose finalmente el Oviedo en una emocionante final al Hercesa.
Y poco más, comida en Casa Arturo, coche hasta el aeropuerto y vuelta a Madrid sin mayores complicaciones.
Los sucedidos:
- En la reunión del viernes se dijo que en caso de empate en partidos de eliminatoria se seguiría jugando, sin pausa, una prorroga de cinco minutos. Bien, pues primer partido, primer empate, y el árbitro que da el partido por terminado, los equipos hacen pasillo, todo el mundo se da la mano, el árbitro se dirige a la mesa de control....hasta que le hago notar que habían empatado y que tenían que seguir jugando. Hala, otra vez a llamar a los niños que ya se estaban yendo, y vuelta a jugar hasta que uno marcó.
- Para compensar, el domingo hubo quien jugó prorrogas para desempatar....partidos de liguilla.
- Creo que ostento el record de desempates por lanzamiento de moneda con dos desempates el domingo, uno de ellos para resolver el tercer y cuarto puesto de la Copa de Bronce.
- En la excursión del sábado, Delfín, corroído por la envidia, se compró una toalla de saltador de trampolín como la mía. Ni que decir tiene que su pobre hija se quedó sin botas.
- En la cena del sábado hubo quien tuvo la puñetera suerte de que a sus compañeros de mesa no le gustasen los langostinos. Digamos que la montaña de cáscaras que tenía acumulada en el plato era más alta que él.
- Gran ambiente y deportividad en general durante las dos jornadas, con las habituales y desgraciadas excepciones de algún entrenador/jugador/padre.
2 comentarios:
Creo que falta comentar que los alevines debían desempatar tirando a palos, ¿? tal y como ordenaba la circular y la Dirección Técnica de la FER, lo que sería fantástico si no fuese por que en Asturias por "palos" no les venía nada.
Que la fuerza te acompañe, con esa fabada y extras que han llegado a mis oidos os habeis puesto entre pecho y espalda en la afamada Casa Arturo.
Por cierto yo tambien soy seguidor de la fuerza, un poco friki vamos.... Creo que esta moneda debe ser un referente, un standard vamos.
Alguien sabe que tal la habra ido a Goiko, porque le deje con el de los langostinos y con el fin de semana que llevaba ..., parecia un poco desnutrido.
Un saludo y hasta el viernes.
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