A colación de lo expuesto por nuestro compañero Jose Alberto, quiero dar a conocer este cartel que la RFU distribuye a todos los clubes en Inglaterra y que, como no puede ser de otro modo, es seguido por los clubes a rajatabla.
Para aquellos cuyo inglés esté un poquito más justito (el mío no es que sea para tirar cohetes), les indico que el título es algo así como:
EL COMPORTAMIENTO INADECUADO DEL ESPECTADOR ES INACEPTABLE...PREDICAR CON EL EJEMPLO, EL BUEN EJEMPLO.
Y lo siguiente que tiene el cartel son las SANCIONES recomendadas para aquellos miembros de un club que se ven envueltos en ofensas en partidos U18 y para abajo. Entre ellas, las siguientes:
- Entrar en el área de juego.................3 semanas
- Striking........................................6 semanas
- Abuso Verbal..................................4 semanas
- Abuso Verbal a un árbitro..............10 semanas
- Comportamiento Amenazante.........12 semanas
- Comportamiento amenazante frente a un árbitro.........24 semanas
- Abuso racial, basado en religión, color, nacionalidad u origen étnico......................18 semanas
- Cualquier otro acto, mala conducta o inadecuado, contrario al espíritu y/o los intereses del juego..........................6 semanas
Estas sanciones, son recomendaciones de la RFU para que los CLUBES las apliquen, y podéis creeros que son severamente aplicadas por los mismos.
¿Sería eso posible en España? ¿Serán sancionados los energúmenos de Tordera por su club?¿Algún club español está firmemente comprometido a eliminar este tipo de actos? y si lo hay, ¿están dispuestos a aceptar que lo primero es la autoregulación, que tiene que ser dentro del propio club donde más duramente se juzguen (y sancionen) esos actos?
Mi sensación es que a ningún club le gusta que sucedan estas cosas, pero solo elevan el tono de voz cuando el culpable es del otro equipo, cuando debiera ser al revés.
Lo de sancionar a "uno de los suyos" es simplemente utópico.
1 comentario:
Noooo. Aquí en España eso no pasa.
Lo que dice todo el mundo: "si son dos energúmenos y todos los conocemos". Lo que es más grave aún. Porque si los conocemos... ¿por qué siguen haciéndolo?; ¿por qué no les decimos nada?.
Eso sí, se nos llena la boca con lo de que lo importante es que los niños jueguen.
Mientras ganen los míos, claro.
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